martes, 27 de mayo de 2014

Santos y Zuluaga deberán negociar con las FARC

Comparto con Uds. mi análisis de la primera vuelta de las elecciones presidenciales colombianas aparecido hoy en "Tiempo Argentino":  
 http://issuu.com/tiempoargentino/docs/nacional_180e30497d0344# 



Colombia teme la inevitable paz

por Eduardo J. Vior
Aunque Óscar Iván Zuluaga, del uribista Centro Democrático (CD), sorprendente vencedor en la primera vuelta de las elecciones presidenciales colombianas del domingo pasado, se oponga a las negociaciones del presidente Juan Manuel Santos, del Partido de la Unidad Nacional (U), con las FARC en La Habana, ambos candidatos están condenados a la paz cuyos términos se dirimirán en la segunda vuelta del 15 de junio.
En el mapa publicado por la Registraduría Nacional del Estado Civil, a cargo de los cómputos electorales, se ve una inmensa mancha azulceleste (el color del CD) que cubre casi todo el poblado centro del país con algunas pinceladas azul oscuro (de los conservadores) y amarillas (del Polo Democrático Alternativo, PDA), mientras que el ocre (de la U) pinta los departamentos fronterizos y costeros, los más pobres y poco poblados. Zuluaga venció también en la capital, Bogotá, donde el izquierdista PDA salió segundo y Santos, tercero.
La mezcla de la personalidad bonachona de Zuluaga con la adoración de muchos colombianos por Álvaro Uribe tornó emocionante una campaña antes aburrida. Zuluaga convenció por su estilo, su capacidad, una muy buena campaña publicitaria y el apoyo decidido del ex presidente. Santos, en cambio, realizó una campaña contradictoria, depuso primero al alcalde de Bogotá Gustavo Petro, para luego aliarse con él después de reponerlo en el cargo, y manejó mal la campaña sucia contra Zuluaga por los vínculos de éste con un hácker que espiaba las negociaciones de paz. Subido en 2010 como continuador de Uribe, el presidente perdió los votos de la derecha al negociar con las FARC en La Habana, sin ganar los de la izquierda. Los sectores populares, en tanto, le cuestionan que el buen rendimiento macroeconómico del país no se traduzca en una menor desigualdad ni en la superación de la inseguridad agravada por los ex paramilitares actualmente “desempleados”. En buena parte este descontento explica la altísima abstención del 60% del padrón electoral.
La gran sorpresa de las elecciones la dieron dos mujeres: Marta Lucía Ramírez, la candidata conservadora (PC), que salió tercera sin el apoyo de parlamentarios y jefes regionales de su partido, y Clara López, la candidata del PDA, que presentó una convincente plataforma democratizadora y social.
Si los votos de Ramírez van para Zuluaga y los de López para Santos, se mantendrá la diferencia de cuatro puntos y los votantes del verde Peñalosa definirán la elección, pero este cálculo no cierra, porque el sufragio es opcional y la abstención, altísima. El resultado dependerá de las alianzas que se armen esta semana, pero sobre todo de la capacidad de los candidatos para movilizar votantes. Por primera vez en mucho tiempo los programas serán decisivos. Zuluaga quiere revisar los acuerdos de La Habana e imponer a la guerrilla sus condiciones, pero debe renunciar a la pura opción militar. Santos, en tanto, deberá demostrar que el fin de la guerra traerá trabajo y seguridad. Tarde más o menos, nadie puede dejar de firmar la paz, aunque todos la teman.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Estimad@s lector@s:
Este es un blog moderado. Sus comentarios serán evaluados antes de la publicación, para evitar spam.
Agradezco su atención.
Eduardo J. Vior